domingo, 15 de febrero de 2009

Redaccion del Marinero

Era un hombre habitualmente muy reservado.Todo el día vagabundeaba en torno de la caleta o por los acantilados,con un catalejo de latón;y toda la velada la pasaba sentado en un rincón de la taberna junto al fuego.Casi nunca respondía cuando s ele hablaba; se limitaba a erguir de pronto la cabeza y resoplar por la nariz como sirena de niebla; aprendimos pronto a no meternos con él.Todos los días,al regreso de su paseo,preguntaba si había pasado por la carretera algún hombre de ar.Creíamos al principio que lo hacía porque echaba de menos la comprañia de gente de su condición,pero al fín caímos en la cuneta de que lo que intentaba era esquivarla.
Al día siguiente, vinieron preguntando por él a la taberna,le dijeron que no se encontraba y el hombre se sentó a esperarlo.Al pasar dor horas el marinero entró por la puerta de la taberna y se sentó de nuevo en us rincón,el hombre que le buscaba se le acercó y le dijo:

-¿Qué pasa,viejo,ya no te acuerdas de mí?(dándole unas palmaditas en la espalda)
El marinero se quedó mirándolo boquiabierto son poder decir ni una sola palabra...
-¿¡Pero qué haces tú aquí!?,vete de aquí,vete muy lejos donde nunca te pueda ver porque no respondo de mis actos.
-Pero...¿Qué te pasa? ¿todavía no has olvidado ese tema? yo no vengo aquí para hablar contigo,para que se arreglen las cosas entre nosotros.

El marinero si decir nada se levantó tan bruscamente que tiró la silla al suelo y se dirigió hacia la puerta,el hombre le cogió del hombro pero el marinero le quitó la mano.Cuando ya estaba el marinero fuera de la taberna, se sentó en una roca de la caleta,estaba muy pensativo y con las manos en la cabeza y no paraba de decir:

-Solo yo tengo la culpa de todo...

Lo decía una y otra vez,hasta que el hombre que lo buscaba en la taberno lo vio alli sentado en aquella roca.Se acercó a él y le puso las mano en el hombre de tal manera que el marinero no lo veía.Y cunado ya estaban el uno en fente del otro...

-Vete de aquí,bastante tengo ya sin poder tener mi conciencia tranquila desde que eso sucedió...
-Yo no vengo para que te sietnas más culpable,al contrario,quería decirte que toda la culpa la tuve yo,que yo fui quien llevó a tu hijo a la muerte...por que yo te lo pedí y te lo pedí por que quería hacer de tu hijo un gran marinero como su padre.Yo tuve la culpa de la muerte de tu hijo y te ruego que me perdones.

El marinero se quedó se quedó muy y mirando al suelo,tartamudeando decía...

-¡No digas eso! si yo no hubiera dejado que mi hijo fuera,nada de esto hubiera pasado.¡Vete dejame aquí y no vuelvas a buscarme nunca más!
-Bueno...me voy,pero que sepas que no fue por tu culpa...¡adiós!

El marinero se quedó allí sentado mientras el hombre se iba...el marinero se levantó y se dirigió hacia el filo de los acantilados y dijo...

-Perdóname hijo mío,muy pronto estaremos juntos y nunca más tendre que uir de los marineros...

al decir esas palabras,el marinero se precipitño por el acantilado...y obviamente murió.Solo deseaba estar con si hijo y eso fue lo que consiguió.El marinero esquivaba a los demás porque desde que su hijo murió no quiso saber nada más de la mar.Por eso él quiso descansar en paz para no atormentarse más.




Por Rosa Fernández 3ºPDC